Un viaje imperdible al arte latinoamericano, a través de sendas exposiciones de los artistas visuales Héctor Eduardo Cruz (Argentina) y Oswaldo Guayasamín (Ecuador) se presentan en la Sala y Antesala Viña del Mar, respectivamente, ubicadas en Av. Arlegui 683.
Tierra, cenizas, carbones molidos, óleos, acrílicos, como también óxidos de piedras y de metales que se usaban para pintar en las paredes de las cuevas, son las mixturas que utiliza Héctor Eduardo Cruz en telas y textiles para lograr un intenso colorido en las obras que conforman la la muestra “Expresiones étnicas del Valle Calchaqui”.
Se trata de la primera exposición que presenta en Chile este gran creador autodidacta quien se ha dedicado por más de 54 años a la cerámica, tapicería, pintura, escultura y a la arquitectura. Oriundo de la provincia de Salta, en el valle Calchaquí, enraizado en la Cordillera de Los Andes, exhibe sus trabajos en óleos y textiles, con valiosos rasgos étnicos que propone como convergencia entre el pasado y el presente andino.
Al respecto, el presidente de la Corporación Cultural de Viña del Mar, Luis Bork, destaca “cuando uno ingresa a la Antesala y se encuentra con la obra de Guayasamín que habla por sí sola de una bella cosmovisión y en el segundo piso y nos encontramos con el paisaje de los pueblos latinoamericanos del mundo andino que devela Héctor Cruz, podemos observar la belleza de estas telas, porque en el fondo es encontrarse con las grandes identidades, con esas grandes soledades de los espacios y las alturas, pero también con el hombre, porque en cada obra está el otro y es un mensaje para nuestros días y nuestra cultura actual”.
Su iconografía y temática, expresividad, nos recuerda aspectos de las antiguas culturas instaladas en Los Andes, que conformaron legendarias rutas desde Tiwanaku-Huari hasta Inka, senda de valor magnífico y de inspiración para los grandes proyectos que Héctor Cruz lidera con espíritu emprendedor digno de reconocimiento.
“Mi obra se basa totalmente en la iconografía ancestral de Latinoamérica y sobre todo en el mundo andino que nos une en el cordón de Los Andes. Quiero bucear en la culturas ancestrales y sacar a la luz toda la mitología y las costumbres milenarias que se representaba hace mucho tiempo y mostrar sus raíces”, enfatiza Héctor Cruz.
El mismo se define como artista plástico y emprendedor turístico, dedicado a la cerámica, la tapicería, pintura, escultura, arquitectura y la iconografía de los pueblos originarios de América.
Eduardo Cruz es el creador del Museo de la Pachamama, que es un altar a la madre tierra, la diosa andina, en 10.000 m2 donde se expresan toda la mitología, está hecho en piedra y es un ícono en Argentina como expresión del arte indígena.
El mismo se define como artista plástico y emprendedor turístico. Se trata de un emprendedor visionario, que ha logrado varios proyectos relevantes, tales como la Casa Piedra, Amaicha del valle; el Complejo Arqueológico Ruinas de Quilmes, Tucumán; el parador Ruinas de Quilmes, Tucumán; el Complejo Turístico-Cultural Pachamama, Amaicha del Valle-Tucumán y ha realizado numerosas exposiciones individuales en Argentina y Europa.
EXPOSICION “GUAYASAMIN EN CHILE, 1969”
Un llamado a la paz y a la fraternidad a través de la mirada crítica de un artista frente al sufrimiento de la humanidad durante el siglo XX, presenta esta muestra con grabados originales del artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, en la Antesala Viña del Mar, Av. Arlegui 683, primer nivel.
Esa es la base que atraviesa los once grabados originales que fueron regalados por Oswaldo Guayasamín a Eduardo Frei Montalva, durante su viaje a Chile a fines de la década de los ’60. Las obras pertenecen a la serie “La Edad de la Ira” del artista ecuatoriano.
Estos once grabados originales con dedicatoria del propio artista, fueron realizados en el Taller Inti Cori de la ciudad de Quito, en octubre de 1968, y corresponden a una edición limitada de trescientos ejemplares numerados y firmados por el artista ecuatoriano.
La visita de Oswaldo Guayasamín a Chile a fines de las década del ’60, fue fruto de una invitación del Gobierno de Eduardo Frei Montalva, encabezada por el Ministro de Relaciones Exteriores de ese entonces, Gabriel Valdés.
Ambas muestras cuentan con entrada liberada y podrán ser visitadas por el público general, agrupaciones y establecimientos educacionales hasta el 22 de noviembre, de lunes a sábado entre las 10 y las 20 horas.