Foto: Sala Medina ; FB-0660 Fuente: Memoria Chilena
José Francisco Vergara Echevers (1833-1889) es una figura emblemática en la historia de Chile, cuya influencia se extiende desde la ingeniería y la política hasta el desarrollo urbano. Nacido en Colina el 10 de octubre de 1833, Vergara fue un hombre de múltiples talentos y pasiones. Su formación académica comenzó en el Instituto Nacional de Santiago, donde se especializó en Agrimensura. Tras colaborar en la construcción del ferrocarril de Santiago a Valparaíso, arrendó la hacienda de Viña del Mar, que años después pasaría a sus manos tras casarse con Mercedes Álvarez, única heredera de la propiedad.
En 1879 se alistó en el ejército para la Guerra del Pacífico, en donde sus méritos militares y su capacidad administrativa lo hicieron ascender a coronel en jefe de la caballería. Su valentía y liderazgo en la Batalla de Pampa Germania lo convirtieron en un héroe de guerra, lo que le valió el nombramiento como ministro de Guerra y Marina. Su participación en los combates de Chorrillos y Miraflores consolidaron su reputación como un líder audaz y decidido.
Sin embargo, el legado más perdurable de Vergara reside en su papel como visionario urbanista y fundador de Viña del Mar. Dotado de una singular capacidad para los negocios, loteó los terrenos de la hacienda para construir lo que en el futuro sería la ciudad de Viña del Mar, para lo cual diseñó un sistema de grandes avenidas y parques, regados con embalses que construyó en los cerros aledaños al balneario.
Vergara también se destacó en el ámbito político. Su vida política la llevó a cabo en el Partido Radical, del cual sería su presidente, ocupando cargos importantes como senador de la República y ministro del Interior, siendo también candidato presidencial en 1886. Su labor como parlamentario fue también destacada, en cuanto defensor de las reformas secularizadoras de fines de siglo y partidario de la reforma al sistema educacional. Además, como miembro activo de la masonería llegó a ser Gran Maestre de la Gran Logia de Chile.
José Francisco Vergara falleció en 1889, dejando tras sí la memoria perdurable de sus condiciones y valores, los que le permitieron hacer realidad su sueño de fundar una ciudad, legado trascendente que compromete a las generaciones presentes y futuras.