Foto: Archivo del Escritor. Colección Teresa Wilms ; ES0004388 Fuente: Memoria Chilena
“Prefiero siempre el eterno caos de la verdad a la ilusión rosa de la vida.”
― Teresa Wilms Montt, En la quietud del mármol
María Teresa Wilms Montt nació el 8 de septiembre de 1893 en Viña del Mar. Fue la segunda hija entre seis hermanas del matrimonio de Federico Guillermo Wilms y Brieba, presunta descendiente de la realeza prusiana, con Luz Victoria Montt y Montt, nieta del presidente de la República Manuel Montt. Teresa tenía ascendencia alemana por parte de su padre y española por parte de su madre.
Primeros años
Teresa y sus hermanas recibieron educación en casa por institutrices, siguiendo las normas de la época, orientadas a preparar a las mujeres para el matrimonio y la vida en la alta sociedad. A pesar de esta estricta educación, Teresa pronto demostró un carácter inconformista. Con facilidad para los idiomas, aprendió francés (idioma en el que escribiría sus diarios), inglés, italiano, portugués y un poco de alemán.
En 1910, a los 17 años, se casó con Gustavo Balmaceda Valdés (sobrino del presidente José Manuel Balmaceda), quien tenía diez años más que ella. Este matrimonio se realizó en contra de la voluntad de ambas familias. La pareja tuvo dos hijas: Elisa, apodada Chita, y Sylvia Luz. En Santiago, Teresa se integró a la activa vida cultural de la ciudad, asistiendo con su esposo al teatro, conciertos y la ópera. Sin embargo, la relación comenzó a deteriorarse debido a los celos, gritos y amenazas de Balmaceda.
Entre 1912 y 1915, la familia vivió en Iquique, donde Teresa se dedicó a publicar en periódicos, participar en la vida social y bohemia, y relacionarse con escritores como Víctor Domingo Silva. Además, se involucró en la campaña para senador de Arturo Alessandri y asistió a conferencias libertarias impartidas por la feminista y anarquista española Belén de Sárraga. Esta etapa marcó un distanciamiento de Teresa respecto a su círculo social.
Al regresar a Santiago, su esposo descubrió la relación amorosa que ella mantenía con Vicente Balmaceda Zañartu, primo de Gustavo, a quién Teresa llamaba poéticamente en sus diarios como “Vicho”, “Mi amante ídolo” o “Jean”. Esta relación inspiró sus primeros escritos. Como consecuencia, un tribunal familiar la recluyó en el Convento de la Preciosa Sangre el 18 de octubre de 1915, donde permaneció durante ocho meses. Durante este tiempo, recibió pocas visitas y realizó su primer intento de suicidio el 29 de marzo del año siguiente.
Vida como escritora
En junio de 1916, Teresa Wilms Montt escapó del convento con la ayuda de Vicente Huidobro y huyó a Buenos Aires. En esta ciudad, se integró a los círculos literarios e intelectuales, frecuentando las tertulias de la revista Nosotros. Entre sus nuevas amistades destacaron Pelegrina Pastorino (Péle), una revolucionaria de la moda feminista, quien le presentó la posibilidad de usar pantalones, y Horacio Ramos Mejía, quien se convertiría en uno de sus enamorados y a quien apodaría “Anuarí”. En este contexto, Teresa publicó sus dos primeros libros en 1917 bajo el nombre Thérèse Wilms Montt: Inquietudes sentimentales y Los tres cantos, ambos agotando sus ediciones rápidamente.
En 1917, Ramos Mejía, de tan solo 20 años, se suicidó en la casa de Teresa frente a sus ojos, un evento que la afectó profundamente. Tras este trágico suceso, Teresa decidió trasladarse a Nueva York con la intención de trabajar como enfermera de la Cruz Roja. Sin embargo, al llegar, fue acusada de ser una espía alemana. Una vez que su identidad fue confirmada, fue liberada, pero su proyecto de alistarse en la Cruz Roja quedó descartado. A inicios del año siguiente, Teresa viajó a Madrid, donde se sumergió en el ambiente intelectual de la ciudad. En 1918, publicó En la quietud del mármol y en 1919 Anuarí, un poemario dedicado a Ramos Mejía.
En 1919, Teresa regresó a Buenos Aires, donde se publicó su último libro editado en vida, Cuentos para los hombres que son todavía niños, bajo el seudónimo Teresa de la Ɨ, que incluyó ocho relatos.
Entre 1919 y 1920, Teresa Wilms Montt vivió de manera itinerante en diversas ciudades europeas. Mientras se encontraba en París, tuvo la oportunidad de reunirse con sus hijas, ya que su suegro, José Balmaceda, estaba en misión diplomática en Bélgica. Sin embargo, cuando Balmaceda y sus nietas regresaron a Chile, Teresa entró en una profunda depresión, sintiendo que lo había perdido todo. El 22 de diciembre de 1921, tomó una gran cantidad de Veronal, un barbitúrico que usaba para dormir, y falleció dos días después, el 24 de diciembre de 1921, a los 28 años de edad. Fue sepultada en el cementerio del Père-Lachaise en París, en la división 82.
Legado
En 1922, la editorial Nascimento publicó la antología póstuma Lo que no se ha dicho, que reunió parte de las obras que Teresa Wilms Montt había publicado como libros o en medios periódicos. Aunque durante varias décadas los textos sobre la autora se centraron principalmente en su vida personal, hacia el siglo XXI ha surgido un interés renovado en el análisis y contextualización de su obra poética y sus diarios íntimos.
La cineasta chilena Tatiana Gaviola dirigió una película basada en la vida de la poetisa, titulada Teresa, que se estrenó el 11 de junio de 2009.