Foto: Ercilla. Santiago : Sociedad Editora Ercilla Limitada, 1933- (Santiago : Ed. Ercilla) v., (22 jun. 1983), p 47 Fuente: Memoria Chilena.
“Para poder seguir viviendo, necesito que las cosas sean poéticas, hermosas, que tengan corazón”.
– María Luisa Bombal
María Luisa Bombal, nacida el 8 de junio de 1910 en el pintoresco Paseo Monterrey de Viña del Mar, fue una escritora chilena cuya pluma dejó una huella imborrable en la literatura latinoamericana del siglo XX.
A la tierna edad de ocho años, María Luisa se vio obligada a dejar su tierra natal tras el fallecimiento de su padre. Junto a su madre y hermanas, emprendió un viaje hacia París, donde completó su educación y se sumergió en el mundo de las letras. En 1928, ingresó a la Facultad de Letras de La Sorbonne, donde destacó por su brillantez académica y su pasión por la literatura, culminando sus estudios con una tesis sobre Prosper Mérimée.
El año 1935 marcó el inicio de su carrera literaria con la publicación de “La última niebla”, seguida tres años después por su obra cumbre, “La amortajada”. Sin embargo, la vida de Bombal estuvo llena de altibajos, y en 1941 se vio envuelta en un polémico episodio cuando fue encarcelada por intentar atentar contra la vida de su antiguo amante, Eulogio Sánchez.
Tras superar este episodio, en 1944 emprendió un nuevo rumbo al trasladarse a Estados Unidos, donde vivió durante casi tres décadas. Allí, encontró el amor en los brazos de Fal de Saint Phalle, con quien se casó y tuvo una hija, Brigitte, nombrada en honor a la protagonista de su segunda novela.
Durante su estancia en Estados Unidos, María Luisa continuó escribiendo con fervor, especialmente obras teatrales, mientras colaboraba con la UNESCO. Sin embargo, la muerte de su esposo en 1969 marcó el comienzo de una etapa de soledad y tristeza que la llevó a Buenos Aires y, finalmente, de regreso a Chile en 1973.
María Luisa Bombal recibió 3 premios a lo largo de su vida. El primero fue el Premio Ricardo Latcham en 1974, seguido del reconocimiento de la Academia de la Lengua en 1976. En junio de 1978, la Secretaría de la Cultura la distinguió ante numerosos asistentes en una ceremonia en el Casino Municipal de Viña del Mar haciéndole entrega del Premio de Literatura Joaquin Edwards Bello por su notable y extraordinaria obra literaria.
Sin embargo, en su país natal las penas y el alcohol minaron su salud y su espíritu. Falleció el 6 de mayo de 1980, sin haber alcanzado el reconocimiento del Premio Nacional de Literatura. Con eso dicho, su legado perdura gracias a la recopilación póstuma de sus obras realizada por Lucía Guerra, quien diecisiete años después de su muerte las publicó bajo el título “Obras completas”, asegurando que la voz melancólica de María Luisa Bombal continúe resonando en la eternidad de la literatura latinoamericana.